Un misterioso complejo arqueológico se esconde en las profundidades de la selva de Colombia, y lo puedes conocer luego de un espectacular trekking de 4 o 5 días.
Ciudad Perdida (Teyuna) es una ciudad sagrada indígena que posee una energía especial y mística que hace de este lugar un sitio apropiado para purificar el espíritu y recargar las energías limpias; de la mano de guías indígenas, usted podrá visitar este mágico lugar en una expedición de 4, 5 o 6 días dependiendo de su elección y de la dificultad de la caminata.
Durante el recorrido que lo llevará a Ciudad Perdida, podrá apreciar la riqueza en la flora y la fauna que posee la Sierra Nevada de Santa Marta. El conocimiento de guías indígenas que conservan sus tradiciones y los usuarios portadores de conocimientos milenarios hacen de ésta, una experiencia única en la que puede observar y valorar la naturaleza y su entorno de otra manera.
Ciudad Perdida es conocida en el ámbito indígena como Teyuna o Tehizuna y posee gran importancia espiritual para los pueblos y comunidades de la Sierra Nevada de Santa Marta.
Valor del tour: $1.400.000 por persona.
Servicios incluidos: transportes, hospedaje en cama o hamaca, alimentación completa, agua, durante todo el recorrido, frutas, jugos y seguro de asistencia médica.
Duración caminata: 4 a 5 días Distancia: 47 km ida y vuelta Dificultad física: Alta.
Descripción de la ruta hacia Ciudad Perdida:
Día 1: La aventura comienza en la ciudad de Santa Marta. Desde allí, un vehículo 4×4 pasa a buscar a la persona para realizar un viaje de 3 horas hacia el pueblo de Mamey. Una vez allí y luego de almorzar, se inicia la caminata de aproximadamente 3 horas (7.6 km) hacia el primer campamento del trayecto. En el campamento tiene la opción (dependiendo de cómo contrató el tour) de dormir en carpa o bien en una hamaca con mosquiteros.
Día 2: Uno de los días más duros en cuanto a caminata. Durante el día dos se recorren 14.7 kilómetros, en aproximadamente 8 horas. A lo largo del trekking es posible refrescarse en las espectaculares aguas del Río Buritaca, además de visitar una que otra cascada. Durante este día también se visita el pueblo indígena de Mutanyi, una interesante pausa para conocer más del estilo de vida de los Wawis, tomar fotografías e interactuar con su gente.
Día 3: El tercer día es el día clave. Luego de tomar el desayuno inicia una caminata de 1 hora hasta llegar a la Ciudad Perdida. Subirás los famosos 1.200 peldaños hasta llegar a las ruinas arqueológicas, y una vez ahí el guía anfitrión explicará la historia de este misterioso lugar. Tendrá alrededor de 3 horas para tomar fotografías. Desde la Ciudad Perdida se hará el retorno a la cabaña Mumake en un trayecto de 7.6 kilómetros, durante un tiempo de 4 horas aproximadamente.
Día 4: Desde el mismo campamento del día 2 se toma el largo regreso a la civilización. El tiempo estimado de caminata es de alrededor de 6 horas, en un recorrido total de 15.6 kilómetros. Durante el trayecto se realizarán paradas para almorzar, descansar e incluso bañarse en las aguas del río Buritaca. Desde Mamey se toma el vehículo hacia Santa Marta.
Ir a Ciudad Perdida es la ruta más famosa de Colombia en la que combina montaña y cultura con paisaje espectacular. Una travesía de varios días que enriquecerá el espíritu de los caminantes.
Durante el trekking deberás llevar lo siguiente:
Mochila de 40 litros para llevar todas las cosas que utilizarás durante el circuito. Chaqueta y pantalón impermeables (Gore-Tex o similar).
Ropa de abrigo tipo polar (Polartec o similar). Poleras manga corta y manga larga.
Zapatos de trekking.
Batería suficiente (no hay enchufes suficientes para cargar baterías). Sandalias de playa (para duchas y descanso).
Toalla.
Gorro para el sol. Bloqueador solar. Anteojos de sol.
Bolsas Ziploc o similar (para guardar su basura). Bastones de trekking.
Seguro de viaje que cubra accidentes y anulaciones por causas de fuerza mayor.
Mejor época para ir
De mediados de diciembre a primeros de marzo, que es el verano. La temporada de lluvias fuertes va de octubre a mediados de diciembre (de todas formas, también se puede hacer en esas fechas). Julio y agosto son también buenos meses, aunque hay posibilidades de precipitaciones, pero no tan abundantes.