La agricultura y la ganadería se han convertido en la principal fuente de ingresos de los chiboleros, sus cultivos se caracterizan principalmente por la siembra de yuca y maíz.
Este municipio a pesar de las adversidades nunca ha perdido el rumbo, pese al flagelo de la violencia que atacó esta comunidad por casi treinta años, pero sobrevivir a esa experiencia ha hecho que sus habitantes quieran convertirlo en un lugar ejemplo de superación, donde los visitantes tengan la oportunidad de conocer a un pueblo que no ha frenado su desarrollo.
Muestra de ello es el corregimiento La Pola, allí actualmente se adelanta un proyecto con la Unidad de Restitución de Tierras, que busca restablecerla como atractivo turístico; esta zona que alguna vez fue víctima de la arremetida de grupos insurgentes, se convertirá en la puerta de entrada para los visitantes que quieran disfrutar de sus lindos paisajes.
Chibolo se encuentra a 187 kilómetros de Santa Marta, para llegar al municipio hay cinco carreteras: la vía que comunica a Chibolo con Plato y Bosconia, y otras como la de Chibolo a Punta de Piedra (Zapayán), al Real del Obispo, a Piedras de Moler y la vía al corregimiento de la Estrella; lo que facilita el acceso.
Actividades culturales
Los visitantes pueden sumarse a las festividades que realizan los chiboleros, quienes celebran los carnavales en febrero, la Semana Santa, el día de María Auxiliadora cada 24 de mayo, la Virgen del Carmen el 16 de julio, San Judas Tadeo y la celebración popular de Santa Catalina de Alejandría el 25 de noviembre; fiestas que desbordan la alegría y pasión de este pueblo.
También hay muchos lugares que conocer, como son la Iglesia Santa Catalina de Alejandría, los Pocitos, la Plaza de Santa Catalina, la Quebrada la Chimicuica, la Plaza del Sagrado Corazón de Jesús, la Plaza Principal, la Biblioteca Jorge Quiroz y la Casa de la Cultura Lino J. Anaya; son sitios de interés cultural y guardan un ambiente de paz y tranquilidad, que cautiva a los turistas.