Representa un potencial en el sector ecoturístico, su territorio es de una alta fragilidad ecológica y ambiental, requiriendo así un manejo sostenible en donde se equiparen la demanda de los recursos naturales, por parte de los habitantes, y la oferta que estos recursos estén en capacidad de ofrecer según sus condiciones agroecológicas.
En el aspecto económico, como primer renglón del municipio de Santa Bárbara de Pinto se tiene la ganadería, constituye el 43%, especies vacuno, equino, caprino, porcino, mular, vino; en segundo lugar la agricultura con participación del 30% caracterizada por los cultivos de yuca, fríjol, maíz; la participación restante, 27%, representa la pesca y otras actividades comerciales.
A su vez, el municipio cuenta con vías terrestres que lo comunican con Santa Ana y el municipio de Plato. Posee vías terciarias destapadas que permiten en verano la comunicación con el resto de los municipios y ciudades, ya que estas se conectan con la red primaria de la Troncal del Caribe.
La vía fluvial es una de las más utilizada por la gente pinteña, porque permite comunicarse con los municipios del sur del Magdalena, la Depresión Momposina y con su centro de intercambio comercial como lo es Magangué, Bolívar.
Atractivos culturales y gastronomía
Entre sus principales festividades se encuentran las patronales de la Virgen del Carmen, Santa Bárbara y San Pedro, son complementadas por las fiestas de corralejas, fandangos populares, danzas, carreras de caballo y juegos pirotécnicos.
Su variedad gastronómica, típica de la región Caribe, ofrece exquisitas recetas como arroz de pescado, bagre frito, chicha de grano, sancocho de mondongo, viuda de bocachico, bollo de queso y bollo de plátano.
Santa Bárbara de Pinto brinda a sus visitantes una variedad de lugares exóticos, principalmente el Caño de la Zorra y la Ciénaga del Sapo; sitios paradisiacos de visita obligada para propios y turistas.