Visitar este sitio es una experiencia única, porque permite conocer la naturaleza en su estado más puro. Allí, a bordo de kayaks o flotadores puedes recorrer el río hasta llegar a una playa poco explorada, pero de gran belleza escénica, durante la travesía se pueden apreciar monos aulladores, variedad de aves, mariposas y reptiles.
Al estar en Don Diego, es importante conocer Tayronaka, un lugar de excelsa tradición indígena. Basta caminar 20 minutos por un sendero ecológico para llegar a la reserva, en donde se encuentra un museo que conserva reliquias y obras de arquitectura, y además se exhiben piezas originas y terrazas en piedra construidas por los aborígenes de la Sierra Nevada.
Indudablemente, explorar este lugar es un plan ideal para los amantes de la naturaleza, los lugares tranquilos y biodiversos, dispuestos a vivir la aventura del rio, mar y selva, así como conocer más de cerca la cultura indígena de la Sierra Nevada.
El admirable río se encuentra ubicado a 58 kilómetros al noreste de la capital del Magdalena a menos de una hora de camino, su cercanía con Santa Marta y sus exóticos paisajes han potenciado el turismo en Don Diego.